Anoche se presentó en el Court Central del Estadio Nacional MEGADETH. No voy a escribir mucho sobre el espectáculo en sí: Megadeth como siempre impecables, un show sobrio, enfocado en lo fundamental, tocar un tema tras otro sin los típicos discursos ni solos eternos que solo sirven para lucimiento personal. Dave Mustaine no necesita nada de eso para lucirse. Megadeth, en mi opinión personal, siempre ha sido, es y será la banda de Dave Mustaine. Megadeth ES Dave Mustaine. Es cosa de ver el ejército de virtuosos que han pasado por la banda, ninguno ha sido capaz de robarle el protagonismo. Los fans lo adoran, y Mustaine sabe retribuirlos, ya sea con el ya clásico "Bienvenidos a la casa de Megadeth", en perfecto español, ya sea llevándose la bandera que un fanático le regala, o con la larga playlist que dejó contentos a todos, agregando además un tema extra a pedido del público. Para más detalles sobre el show, visiten el sitio oficial de Megadeth o bien revisen este post en el blog de Pollo.

Un espectáculo aparte, y bastante malo, es el que vimos en la entrada del recinto. Ya cuando llegabamos al sector, a las 6 de la tarde, un funcionario del estacionamiento nos comentó que iba a "quedar la cagá" en la entrada, y que más de alguien podría salir herido ya que las rejas habían sido dispuestas de forma equivocada. El tipo sabe, quizás cuantas veces le ha tocado ver lo mismo, pensé yo. Filo, nos vamos a tomar cerveza, cuando volvamos ya estará todo más tranquilo. Error. A las 8:30 nos encontramos con dos filas, si es que se le puede decir así, que se desarmaban a medida que se acercaban al control de acceso. La gente, a falta de control, simplemente no se ponía a la cola, iban directo a tratar de entrar a la mala. En la entrada principal, los guardias de la productora brillaban por su ausencia. Un grupo de pacos intentaba, sin éxito, ordenar el asunto. Afortunadamente entramos sin problemas.

Yo no sé mediante qué mecanismos las productoras determinan el publico potencial a un show, y a partir de esto, en que recinto se realizan los eventos. Esta claro que acá no funcionó. El Court central se hizo chico, las entradas se agotaron dos días antes, y un montón de gente quedo afuera. Los revendedores ofrecian entradas a $25.000. (la entrada costaba $16.000) No me quiero imaginar los precios que van a alcanzar para el concierto de Pearl Jam, que al parecer ya esta prácticamente agotado. El asunto que entre la mala organización a la entrada del recinto, y la gente que quedo afuera, ya sea con o sin entrada - no me extrañaría que mucha gente que pagó haya quedado afuera - todo terminó con disturbios, destrozos y detenidos. Para el periodista de LUN que "cubrió" el evento, en su reporte del concierto habló casi exclusivamente de este punto negro. Como siempre vende más todo esto que el impecable espectáculo que presentó la banda de Mustaine.